miércoles, 14 de octubre de 2009

NO HAY MAR PARA GRITAR

Ya no me apetece gritar, directamente no respiro, pero estoy algo más aliviada desde que sé que Francia obliga a las grandes empresas a luchar contra el estres laboral, porque como siempre España va a rebufo del resto de Europa y las cosas chicas detrás de las grandes, pues supongo que también los trabajadores de empresas pequeñas e incluso los empleados únicos en la suya, se puedan estresar sabiendo que alguien les respalda, pero no con una fusta aunque sea en forma de látigo de caramelo.



Dicen que es bueno ir a yoga para relajarse, otros se van a fundir la tarjeta de crédito, algunos se echan la manta por encima de la cabeza hasta que llegue la nueva hora de la obligación y otros consiguen desconectar y vivir el tiempo que realmente es la vida: el que excede del trabajo. A mi me queda la música... de momento.

2 comentarios:

  1. Me parece una idea estupenda la de Francia. Hemos de aprender que el trabajo no se mide en horas, sino en productividad. Adem'as eso luego repercute también en la calidad del "tiempo que excede el trabajo".

    Todo es uno.

    ¡Un saludo!

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  2. Pues si, que en vez de ir contestando con paciencia al niño sus preguntas, a la tercera le pillas diciendo "porque si", entre otras cosas... por no hablar del tiempo que no existe para uno a no ser quitándolo de sueño, que total como no puedes dormir porque la ansiedad te lo impide... pues eso!

    La piedra azul para otra vez, no todas las cosas son para uno ni se alcanzan a la primera.

    Feliz domingo.

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