Algunos ratos malos tienen tanto de bueno que te olvidas de ellos.
La imagen es un día de esos que me podría olvidar perfectamente de porqué estaba en la cama y la recompensa es que César venga con su "dedador" y me diga que viene a trabajar conmigo , que si ponemos la bandeja grande con muchas cosas y cenamos en la cama porque él tiene agotadas sus fuerzas de ver dibujos y quiere taparse conmigo...
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