Cuando nieva entras en una nueva dimensión doblemente emotiva.Lloramos de emoción al ver los copos cuajarse en el suelo y luego lo hacemos al pensar en lo que nos va a costar. Los que vivimos en este lado del mundo, dónde el clima es más bien para pingüinos, estamos inmersos en un mundo con impuesto de lujo. Vivir aquí a diario cuesta diez veces más que al sol. Haciendo un repaso rápido yo diría que hay quinientos euros mensuales de diferencia para una familia que viva con una media de 18 grados y nosotros los del bajo cero y los dos meses de 40 grados.Los calcetines que llevo en esa fotografía cuestan lo mismo que las sandalias, el esmalte de uñas y la tobillera que llevo en la otra... 17 euros para soportar 5 grados bajo cero debajo de unas botas.
Pero la diferencia es que esto último me sirve cada año mucho tiempo y calcetines tengo que usar varios pares en una temporada con el consiguiente gasto de lavar y reponer. Es es más pequeño detalle, todo lo demás es infinitamente más engorroso y caro: abrigos, bufandas, guantes, pijamas, batas de casa, mantas para el sofá...Y el tema de la ropa es una tonteria vista al lado de la calefacción, mantenimiento del hogar y la comida en este inhóspito terreno.
Aquí la ensalada también nos gusta pero necesitamos el cocido garbanzos y las grasas bien saturadas, todo lo que lleve bien de ingredientes y mucha elaboración , que gaste bien de watios al hacerse y mucho fairy para fregarse.
Me gusta el sol!
A mi, al contrario me encanta el invierno, me encanta salir a la calle con mucha ropa puesta, dormir con 3 mantas que me pesen, y llegar a casa y notar el calor de la cale...lo que no me gusta es la factura.
ResponderEliminarUn besazo. Maria.
Me alegro, disfruta mucho porque este es un invierno de esos de dolerte la cara de calor cuando entras en casa, de domingo de chocolate con churros y de mucho tumbing al amor de la manta.
ResponderEliminarYo le encuentro su encanto muy de vez en cuando , pero solamente cuando estoy muy cansada y porque aprovechando la coyuntura puedo ver todas los melodramas que pongan en televisión sin hacer otra cosa que alguna excursión al rincón de "los chuches" en la despensa.
Un abrazo grandón!