miércoles, 19 de noviembre de 2008

REMAR Y REMAR PARA MORIR EN LA ORILLA


Nos quedamos obsoletos antes de completarnos. Somos la generación de las despedidas, de lo efímero, de lo mediocre. A cuantos funerales hemos asistido y lo que nos queda... En política hemos nacido con Franco, vivido la infancia en plena transición, hemos lucido en la adolescencia hermosas pegatinas de UCD, de AP del PSOE (más o menos como ahora), hemos visto ir y venir al PSOE y veremos ir y venir al PP, quizá veamos también una República porqué no!, pero nos dará tiempo a ver cómo viene un dictador que nombre otro rey y volvamos a empezar (son unos 60 años más).
En nuestra época todos hemos ido a mecanografía y algunos también a taquigrafía (+), nos han traido los Reyes en alguna ocasión una máquina de escribir y hemos visto como se quedaban atrás y venían otras máquinas más modernas en las que el corrector líquido era sustituido por otro adhesivo. Luego nos perdimos del todo y desaparecimos durante un tiempo con todas ellas hasta que nos decidimos a utilizar el ordenador.
Hemos jugado a las máquinas de marcianos en los bares, las rudimentarias consolas que se cargaban con un radiocasete y siempre se colgaban y pudimos escuchar música en las juke box de los bares (yo puedo recordar aún "el millón de amigos" de Roberto Carlos entre otras muchas).
Hemos presenciado la agonía de los cines y el nacimiento del video Betamax, VHS y luego la caída de los videoclubs; de la música en soportes digitales, hemos dejado de rebobinar cintas con un bolígrafo bic y no nos acordamos ya de las pesadas cintas de música de los primeros coches (que abultaban lo mismo que una biblia). Aquella emoción de esperar al señor que venía a la puerta de tu casa un día por semana con el maletero repleto de películas de video que te cambiaba por las tuyas (en mi casa teníamos "El diente del diablo" y "Doctor Zhivago")...Y todo esto para comprobar que los únicos discos que siguen funcionando son los de vinilo, pero el problema es encontrar agujas para el plato y las películas que no están estropeadas son las de vhs.
En nuestras casas había un teléfono con un número de tres cifras que había que utilizar por medio de una señorita operadora (que conocíamos personalmente).Hemos visto los prefijos, luego los móviles, los inalámbricos y cómo todo el mundo acaba quitando el teléfono fijo... el caso es que antes todos nos encontrábamos , todos los recados se daban y las urgencias funcionaban igual que ahora , con la diferencia de que no estábamos alienados con tanto aparato. Todo para que cuando marques un número de teléfono te aparezca o una voz pregrabada que repita constantemente que "no entiende" lo que le dices u otra que te proponga entre unas cuantas opciones (que nunca es la que quieres), o si contesta alguien al otro lado se encuentra al otro lado del mundo hablandote en un idioma que no entiendes y tratando de responder cual es el número de teléfono de tu centro médico...¿?.
Se han inventado multitud de cosas, se ha innovado todo lo innovable pero al final, en esencia, vuelta al principio y si no el tiempo!

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