De la primera imagen, en Viana de Castelo, septiembre de 1.988, hasta la otra, en Voznuevo, septiembre de 2.015, han transcurrido unas cuantas cosas o no tantas, en definitiva un par de ellas importantes: Marina y César y cientos de vivencias, las justas para desear que transcurran por lo menos otros veintypico años así, para recorrer la arena que nos queda por llenar de huellas esos ratines que tanto sabemos disfrutar, los que a veces robamos al tiempo, a las ganas, a las fuerzas o a todo ello, pero siempre con alegría.
Esta noche de Reyes, según el calendario de los cumplebodas, nosotros celebramos las de sándalo, no somos mucho de celebrar fechas, será por eso de intentar celebrar cada minuto que somos capaces, y más desde que con los años hemos sabido, que no hay más secreto que ese, el minuto.
Mira que te quiero, a veces me sorprendo de pensarlo, no me acostumbro, por más que a algunos el amor les parezcan solo dependencia, hábito o cariño... ¡qué cosas!.
Nadie sabe la suerte que tengo de un compañero así, y espero que tampoco nadie se entere...