No sé bien que pienso y me gusta saber exactamente como me siento todos los dias. Prefiero poder definirme eufórica o deprimida, a lo mejor es lo que conozco, pero me sienta mejor, estoy más tranquila. Los dias normales que no podría adjetivar no me gustan, los considero poco constructivos, son como un grifo abierto, es inútil.
Pero este tiempo es diferente, ya no se espera a nadie que venga con la maleta a pasar estos dias a casa, ni siquiera comerás algo diferente al resto del año, por lo menos no inaccesible; todo está empaquetado, pensado, previsto...
Son dias de función.
Yo soy de las que la Navidad les da mucho "palo" porque la vida me ha arrebato a quién quería, porque a menudo me parece un fingimiento,porque hay gente que no puede consumir y si no lo hace se siente infeliz, porque hemos de ser buenos porque lo marca el calendario... Pero como tampoco quiero ser aguafiestas, intento no decirlo demasiado y seguir los ritos. El verdadero mensaje de la Navidad es bueno, incluso para los que no creemos; pero claro, eso de poner fechas en el calendario para la solidaridad o para sentirnos hermanados, pués también me dá que pensar. Bueno que Feliz Vanidad! Petonets/Manoli.
ResponderEliminarUf, razón no os falta aunque tanta clarividencia a algunos les hace daño.
ResponderEliminarA mí lo que más me incomoda es que me obliguen a regalar a todo quisque cuando el calendario lo dice. Y sí no sigo el juego es peor porque entonces no hay reciprocidad.
La Navidad es una convención, y no tiene sentido esperar milagros o cosas buenas porque un señor gordo vestido de rojo venga presuntamente a mi salón colándose por la caldera.
Sin embargo, si lo rodeas de superficialidad o tienes niños cerca sí resulta más bonito.
Un saludo
Menos mal que la Navidad ya no volverá hasta dentro de un año.
ResponderEliminarSigamos adjetivando días, para bien o para mal.
P.D. Ya te mandaré una postal de Edimburgo