sábado, 6 de febrero de 2010

LAS ANGUSTIAS DE LA PATERNIDAD

Siempre me dió palo pedir dinero a mis padres, por eso vi una buena opción lo de trabajar en verano y tener un plan económico casi perfecto que cubria toda la temporada incluida la compra de ropa en las rebajas y aprovisionamiento de pesetas hasta bien entrado el invierno.

He comprendido ,tarde, pero algún dia allá en los 80' que la música que me gustaba a mi padre le parecía "ruido". Entendí que la una de la madrugada era la hora de llegada y más tarde las dos, cuando no tenía hora llegaba a las doce y media para ver a Mcmilan en la tele.



Preferí ponerme los pendientes después de salir de casa para no tener que escuchar que eran muy grandes y me queda la constancia , con el tiempo, de que mis padres habrán pasado también las angustias de la paternidad de un adolescente.

Yo, en cambio, estoy perdida , desfasada, confusa, algo desesperada, no sé en que punto he hecho algo mal, o es que no he tenido la misma suerte.

Esta entrada de Connotación es muy interesante.