viernes, 19 de marzo de 2010

ESTAMOS TARDANDO EN VERNOS

Quiero liberarme pero no sé como, no pasa un día de estos más de once mil sin que algo me recuerde a tí pero con tristeza.

Escucho esta canción, escucho todas las canciones, las viejas, las nuevas, las que pudiste compartir, las que nunca pudiste imaginar.

Me fijo en todos los chicos de veinte años, los que estudian, los que son altos, morenos, guapos, inteligentes, me imagino que tocan la guitarra en su tiempo libre, quizá pinten cuadros y a lo mejor tienen una sobrina de once años.

Pasan los años, ya no tengo tantos garabatos en el pelo, ni el rubio es tan intenso, tengo canas, ahora no tengo ningún pijama de mejicanos, no colecciono cromos de Érase una vez el hombre y ni siquiera sé que fué de Sandokan porque , te digo la verdad, pero le cogí manía igual que a Calimero que tuve que continuar viendo pero yo sola.

Ya no me acerco mucho a nadie porque tengo miedo de que me pase lo mismo. Le tengo rencor a la vida por ser así, te echo mucho de menos.

Quiero ya que crezcas conmigo, que pases de los veinte, porque solo así podré soltar tu referente que ,en muchas ocasiones, me ahoga. Además porque siempre seré una acomplejada a tu lado, una mediocre si me comparo contigo. Ya no puedo distinguir amor de idealización...

Espero que haya merecido la pena también para ti. Te quiero.

domingo, 14 de marzo de 2010

QUE TE HAGAN REIR...

A Conchi y Luisi

Fué un poco prodigioso, esto que vivimos anoche en realidad podría haber tenido continuación muchos años antes.

Después de más de veinte años, una cita con dos amigas con las que tanto había compartido ,y no precisamente a la vez, pareció más bien un sábado consecutivo de vaquero lavado a la piedra.

No sabia como iba a resultar, creí que estaría buscando a Loquillo toda la noche y pensé que podríamos no saber como "ponernos al día" las unas de las otras, pero nada de nada. Estábamos mas que al día, porque el día era este y en las conversaciones salió siempre de soslayo algo de lo que podría ser en principio más importante y que ahora ,pensándolo, era intrascendente para nosotras.

Me reí mucho, nunca antes en un periodo de ansiedad tan grande como el de esta temporada imaginé que podría respirar tan bien y llorar pero de risa.

No hubo nada que retomar porque nada estaba suspendido. Ahora pienso en esas otras relaciones que sí están continuadas o a medias pero son vacias.

Que difícil es en muchas ocasiones distinguir lo auténtico de lo aparente y lo importante de lo accesorio.