sábado, 1 de agosto de 2009

LA CASA, LA LLUVIA Y EL MAR

Lo que cuento no tiene ninguna pretensión de exclusividad, porque a fin de cuentas hay pocos tipos de personas con muchas subclases, eso si. Pero si pertenezco a la subclase de tipo que tiene la necesidad de contar más bien sus miserias. Y aquí estoy vuelta a la vuelta a casa, sintiendo que no me he ausentado apenas.

Hoy está lloviendo, un buen recibimiento para mí... No hay nada que me pueda exasperar más.

A este sentimiento hay entendidos que le han puesto ya un nombre: depresión postvacacional. No es mi caso. No me deprimo cuando vuelvo depende de qué lugares o desde que actividades, pero siempre desde que estoy tiempo en la playa y llego a casa y no veo el sol y , como anoche, ruge el viento!

¿Se puede sentir que no eres de un sitio? Mejor dicho, ¿Puedes intuir que perteneces a otro?. A mi la cara húmeda, el sol brillando con fuerza, el sonido contínuo del mar, la vida sencilla del vuelta y vuelta a la toalla, el paseo hasta donde no te llega la vista con los pies descalzos, las terrazas sin cerramientos, y los brazos desnudos todo el día son cosas que más que gustarme, necesito.



Desde hace años tengo una imagen inventada, o no sé si adivinada de una casa cerca del mar. He mirado y rebuscado siempre que he visitado una nueva zona pero lo tenía casi olvidado, como un sueño. Nadie busca a la persona que se le aparece en un sueño, a menos que sea conocida.

He visto la casa en un sitio ideal, lejos de la civilización, del consumismo, de la lluvia y del frío. Pero no es el momento ni personal, ni emocional. No soy lo suficientemente "hippy" para un proyecto tan idílico, aunque crea que estoy cerca, en el fondo como casi todos la comodidad burguesa me tiene todavía secuestrada en gran parte. Soltar algún lastre con el tiempo no me parece tan difícil y más según como progresa esta sociedad en intereses e idiotez.

"HAY QUE TENER ASPIRACIONES ELEVADAS, EXPECTATIVAS MODERADAS Y NECESIDADES PEQUEÑAS"
(H.Stein)

6 comentarios:

  1. Bienvenida a casa y otra vez la misma melancolia de siempre, eso que llaman depresión post vacacional. Yo no creo que sea para tanto

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  2. Yo cada día pienso más que no se necesita tanto para vivir, llevo muchos años lamiéndome las heridas para darme cuenta de que el aire para respirar es lo más indispensable en la vida. Y cuando el lugar en que habitas está escaso de ese aire, debes buscar otro donde se respire mejor. Y no hay que ser muy hippie para eso, solo un poco coherente. De todas maneras, las oportunidades se presentan cuando menos lo esperas.

    Un abrazo

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  3. Bueno, todos tenemos que tener un sueño.En micaso también es el mar, aunque seé que añoraría a mi gente.

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  4. La gente viene y va, siempre puede estar cerca de muchas maneras. Pero si tu no estás cerca del sitio que te sienta bien tampoco puedes sentarle bien a la gente. Eso espero, poder recibir a la gente cerca del mar...algún dia.
    Saludos a todas

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  5. Un lugar de ensueño, donde vamos cuando el entorno se muestra oscuro y agobiante...

    Besos Conchi

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  6. Incluso estando en sitios muy agradables, como en Voznuevo, donde he pasado este mes de agosto, he creido escuchar el mar entre el silbido el viento y verlo desde el alto del monte. Por bien que me siente un lugar, no está completo sin mar.
    Gracias por la visita.

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