jueves, 27 de noviembre de 2008

MI PUEBLO IDEAL


Mi pueblo soñado, estaría ubicado en cualquier sitio costero con clima mediterráneo, pero por darle una forma concreta se parecería a la playa de Lagos en Portugal ,tendría un centro histórico y cultural mezcla entre Trujillo y Toledo y estaría dotado de un pequeño puerto como el Vega en Asturias y otro más grande como el de Almería. Desde la playa se podría ver el otro lado del pueblo ya ascendiendo por la verde ladera en forma de granjas, talleres de madera, de forja , textiles. La casas se distribuirían a lo largo de grandes avenidas paralelas a la playa y tendrían un digno tamaño con amplio jardín. La opulencia y la desmesura estarían mal vistas, que no prohibidas, y las zonas se diferenciarian bien no por clases sociales ni estamentos ni oficios, más bien por el orden moral al que sus habitantes quisieran pertenecer.Por ejemplo en la calle de los idiotas convivirían todos los que cumplan el significado de esa palabra: personas que carezcan de capacidad profesional,ciudadanos privados y egoístas que no se preocupen de asuntos públicos , engreidos sin fundamentos para ello y practicantes de la estupidez en general. En la calle de los tontos habitarían todos aquellos que fueran capaces de adquirir , por ejemplo , un reloj por valor veinte veces superior a su precio como si la hora pudiera también ser elegida por su comprador; aquellos que no tengan reparos en dilapidar su dinero en caras ropas, paraguas, coches, perfumes ... con los que pretendan un reconomiento hacia su persona.
En mi pueblo habría de todo como en un construible de los pin y pon. Se distinguirían bien escuela, biblioteca, hospital y otros edificios públicos. Los niños no tendrían lágrimas ni mocos : no me gusta. Tampoco tendrían que madrugar para recoger flores con las que se fabrican los perfumes que usan los habitantes tontos. No posarían para fotografías con las que alguna organización malévola use su imagen varias veces para que también los habitantes tontos hagan caridad.
No habría grafiteros de edificios, ni sprays, ni chino que se atreva a venderlos bajo peligro de castigarle a no trabajar ni fumar ni comer nada agridulce en ,al menos, tres meses.
Los políticos tendrían que pagar por serlo, además de tener una preparación moral y cultural a la usanza de los clásicos filósofos.
En mi pueblo ideal no habría desgobierno que no puede existir en un lugar hecho con gente que no tiene una ambición desmedida hacia el dinero, la posición y la belleza a golpe de bisturí.

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